Potato Bomb

Potato Bomb

Escuchar a los Potato Bomb es un acto de relajación. Hay que soltar los oídos y el mal día para dejarse llevar por la música y la gozadera que implica la guitarra de Manfred, el bajo de Rafael, la batería de Óscar y la voz de Diana.

Por: Buque de Papel, Bogotá

Pero además de la sabrosura también hay trasfondo en sus letras y en el concepto artístico que desarrollan. “Da la casualidad que cuando lanzamos el nombre de Potato Bomb, fue el día después del paro nacional del 21 de noviembre del año pasado. Ahí están los temas, y si quieren usarlos para la protesta, háganle”, expresa Óscar.

Y es que uno de sus temas, “República Mosquito”, sí es la encarnación de quien está cansado de que pase de todo y no pase nada. Ya hastiado, le dice a alguien –al mosquito o zancudo- que “no canse más, que no joda más, que no chupe más”. Y si nos ponemos finos, es un claro mensaje a los gobernantes de esta “República” para que no sigan “exprimiendo” a la gente.

Manfred Reimert recodó que el nombre de la banda surgió de sentarse a pensar y a decidir cuáles son las palabras más bogotanas que existen, y luego de Transmilenio y ajiaco, en tercer lugar apareció la “papa bomba”. Sí, el artefacto explosivo y solo sonoro, que se usa en las protestas. 

“Un día estábamos con el novio de mi hermana -que es inglés- cerca de la Universidad Nacional y los gases lacrimógenos que usó el Esmad durante alguna de las protestas se olían muy fuerte, al igual que el ruido de las explosiones de las papas bomba era incesante. El hombre me preguntó que qué eran esos ruidos y yo le dije que era un Potato Bomb Fest”. 

El humor negro de los Potato es aprueba de bomba, como cuando Rafael recordó que antes de ser los explosivos del rock progresivo y fusión que ejecutan, se llamaron “Las hermanitas del Divino miembro”. Un nombre de doble sentido que despertó muchas risas, pero que fue fugaz. Ya en la seriedad, hacen música con concepto y buscan prevalecer. 

Los Potato lanzarán oficialmente este año su EP llamado República Mosquito, con tres temas, el del mismo nombre del disco, junto a “Motherfucker” y Líneas de mi piel.
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