Por: Antonia Álvarez Murcia, Curso 205 Colegio Rosario Santo Domingo
Había una vez un superhéroe llamado Juan. Un día estaba volando por la ciudad en su avioneta de color blanco y vio un problema a la distancia.
Fue a ver qué estaba pasando y vio que había un robo. Quiso solucionarlo y cuando fue, no vio a nadie. Revisó con cuidado y pudo ver una pluma color arcoíris, la recogió y subió al cielo en su avioneta.
Cuando estaba volando la pluma comenzó a brillar. Él la miro con detalle y cada vez brillaba más y más. Luego, él se transportó a otro lugar y se dio cuenta de que la pluma era mágica pero el problema era que no sabía cómo volver…
Entonces, fuera de su avioneta comenzó a explorar el lugar y estaba muy lleno de colores, tenía un mar rosado, arena arcoíris y nubes azules. De pronto se encontró un perrito perdido, lo recogió; era muy cachorrito y su raza era un Golden. Entonces, el superhéroe quiso ponerle el nombre de Apolo.
El perrito crecía mucho y acompañaba al superhéroe intentando volver a su hogar, mientras que en el mundo real había muchos robos, y él no podía volver. Todos los habitantes y perritos lo extrañaban.
Apolo cumplió un año, era grande y juguetón y el superhéroe estaba feliz, pero al mismo tiempo triste porque ya había pasado un año lejos de su hogar.
Y de repente en este extraño lugar, también estaban robando, y ¡¡¡se robaron a Apolo!!!!
Juan se puso muy triste. Luego fue a rescatarlo y lo vio muy asustado dentro de unas rejas, llorando. Apolo cuando vio a Juan se puso muy feliz y movió la colita.
Juan, como superhéroe que era, esquivó con facilidad las trampas y rescató a Apolo. En una trampa encontró un libro que explicaba cómo volver al mundo real.
Juan hizo brillar con mucha luz a la pluma y junto con Apolo pudieron regresar a su hogar en la ciudad, combatiendo a los ladrones como el equipo de superhéroes que eran juntos.