Tres lugares con encanto tanguero

Tres lugares con encanto tanguero

La capital argentina respira y suda tango, no solo por la humedad “que es la que mata”, como dicen los porteños, sino porque hay lugares que han sobrevivido más de un siglo, marcando la respiración de las parejas en la época dorada del baile, de la historia y de las orquestas de la llamada “música ciudadana”, y que, hoy por hoy, se han transformado en “ilustres desconocidos”.

Por: Buque de Papel. Fotos y video: Buque de Papel y portales turismo


La ciudad cuenta con infinidad de sitios para disfrutar shows de corte internacional, como El Café Tortoni, El Café de los Angelitos, Señor Tango, y los afamados El Viejo Almacén, Casablanca y La Ventana, ubicados en el histórico barrio de San Telmo, a precios en dólares que incluyen, desde una copa, hasta la cena completa con el espectáculo. Y la oferta varía, hasta en su precio, según la zona y el tipo de show.


Por eso te presentamos tres espacios donde el tango resbala por las paredes y une nacionalidades. Así que alista los zapatos y la pareja porque también hay clases de baile. ¡Dale!

Sala La Argentina. 


Ubicada en la calle Rodríguez Peña 391, media cuadra arriba de la Avenida Corrientes, “la que nunca duerme”, esta sala fue fundada en 1902 e integra la Asociación Mutualista La Argentina, creada en 1890. Las sociedades filantrópicas y mutuales fueron el nervio social para las olas de inmigrantes que construyeron al país, pero no había una para nacionales argentinos. Por iniciativa de unos inmigrantes españoles se fundó la organización, que se centró en los servicios médicos y en la cultura. En esta sala, que reabrió este año, luego de la pandemia y de un robo, cantó Gardel y las grandes orquestas del tango dorado. Incluso, Francisco Canaro compuso el tango Rodríguez Peña como homenaje al lugar. Hoy expone artes circenses y pronto volverá la música. 


El Sol de Abasto. Jean Jaures 690


Hablar del barrio de El Abasto es referir a Carlos Gardel, el exponente número 1 de la música ciudadana, no solo porque allí vivió, sino porque cantó en sus cafés y bares y afianzó su leyenda. Una calle peatonal lleva su nombre y su estatua en bronce mira sonriente al edificio donde está El Sol de Abasto, calle Jean Jaures 690 y donde también opera El Zorzal Esquina Cultural y la tienda de ropa Nocturna Tango Boutique. Aquí hay shows “a la gorra”, es decir el costo es lo que te nazca pagar, clases y “milonga” (baile). Una vez avanza la noche, la multiculturalidad se hace presente con folclor, rock, obras de teatro y muestras artísticas. 


Casa Museo Carlos Gardel. Jean Jaures 735


Cuando Gardel murió en el aeropuerto Olaya Herrera, de Medellín, le fue encontrado un llavero donde se leía en su placa, “Jean Jaures 735”. Estas eran las llaves de la casa que el Morocho del Abasto le regaló a su madre, Berta Gardés, en este barrio y que hoy es la sede de la Casa Museo.


El sitio, que es administrado por el Gobierno de la Ciudad (alcaldía) cuenta con una muestra permanente de la vida y obra del artista, con fotografías en todos los formatos, videos y muestras sonoras donde se pueden escuchar remasterizados los tangos que cantó y grabó. Cada sala escenifica sus inicios, las primeras presentaciones, la consagración internacional y el fatídico accidente del 24 de junio de 1935. Siempre con su sonrisa a flor de labio y la mirada que lo inmortalizó.


Así que cuentas con tres lugares que mantienen el espíritu del tango y donde interactuar con sus habituales y administradores en medio de una ciudad cosmopolita es tan fácil y agradable como tirar baldosa al ritmo del 2x4.

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