La Argentina, mutual por el arte

La Argentina, mutual por el arte

“Mirá, Carlitos te trajo”, apunta María José Lagario, integrante de la producción de los montajes culturales en el salón de la Asociación Mutualista La Argentina, un proyecto que completó cinco fines de semana desde su reapertura, atravesada por toda una odisea que incluyeron las crisis del país, la pandemia y la inseguridad.

Por: Buque de Papel. Buenos Aires. Info y fotos: Asociación Mutualista La Argentina y Buque de Papel


Ahora se presentan espectáculos de artes circenses, como Les Volátiles, una performance para los más pequeños, y en la noche la obra Amontonados por Azar, del grupo Montones, con Mariano Pujal como director y que es arte del cuerpo.

María José reitera que todo se ha hecho a pulmón y expresa la seguridad de todo el grupo de la mutual, que ya es una familia, para enfrentar distintas tormentas, siguiendo adelante y enderezando el rumbo a través de las décadas. 


Ella, una mujer joven, recuerda cuando su padre y los tíos y abuelos manejaban el salón de La Argentina, que fue inmortalizado en el tango “Rodríguez Peña”, como la calle donde se ubica, al lado de Corrientes, y que compusiera Francisco Canaro, uno de los inmortales de la música ciudadana, como se le llamó a este arte durante decenios. 


Y confirma que Gardel cantó en el salón de la mutual. Por eso me reiteró, convencida, que El Zorzal encaminó mis pasos hacia la sala, porque me la encontré -como siempre ocurre en Buenos Aires- al caminar por las calles adyacentes, además de las principales: se encuentra uno con pedazos de la historia que se niegan a morir.


-¿Y hay fotos? -pregunto. 


-No, infortunadamente no quedaron. Eran muy costosas en ese entonces y si hubo, tal vez se perdieron -aclara, al decirme, un tanto abatida, que fueron víctimas de robo. -No sabés, se llevaron casi todo, incluso una barra en bronce de los primeros años -afirma, mientras me conduce al segundo piso, a un enorme salón donde está la historia de La Argentina, con el tapiz fundamental de la Asociación, de finales del siglo XIX, los planos originales de la casona y los retratos de los fundadores de la mutual, españoles que llegaron a Santa María del Buen Ayre buscando vida y futuro, como tantas comunidades que apelaron a la asociatividad y a la solidaridad para supervivir y luego construir los barrios, la ciudad, el país. 


Hoy La Argentina cuenta con 200 asociados y quieren seguir remando.


María José asegura que la casona fue declarada bien patrimonial de interés por la ciudad y con ello, se evita, al menos por el momento, que sea destruida. El lote donde se edifica es codiciado y me confiesa que han llovido propuestas de todo tipo para que vendan. Por ahora la comisión directiva de la Asociación no lo hace, y si se llega a dar ese momento, la declaratoria lo impediría. 


Por eso quieren reactivar la vida cultural, ahora enfocados en las nuevas expresiones juveniles, y las artes circenses han tomado fuerza durante los últimos cinco años en América Latina y en el mundo. Tal vez, efecto del Circo del Sol, o Cirque du Soleil que ya lleva más de 28 años en actividad, descontando la pandemia cuando se desarmó. 


En la noche cuando asisto a la obra confirmó con el lleno de la sala y los aplausos del público para los artistas de Amontonados que el rumbo es por allí, en medio del susurro barítono de Carlitos que se siente en las paredes y esquinas de la casona y en los enormes espejos que reflejaron los conciertos de El Morocho y del tango que se bailó en el salón, cuya acústica es privilegiada. 

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