Por: Buque de Papel, Los Ángeles, California
La noche no pudo ser más exitosa para el equipo surcoreano de la película Parásitos, que arrasó con la mayoría de los premios principales en la gala de los Óscar.
Su director, Bong Joon Ho, se declaró satisfecho cuando ganó como mejor película internacional (antes extranjera) y anunció que se iba a beber; pero su cara de sorpresa aumentó cuando obtuvo la estatuilla como mejor director y ratificó que la tomata iba en serio y hasta hoy lunes. Pero no imaginó que por primera vez una película que gana el título a la mejor extranjera iba a triunfar como mejor película del año.
A la décima fue la vencida. Nueve cintas a lo largo de la historia del cine lo habían intentado pero no pasaban de ser las “extranjeras”, un mote que cambió este año cuando la categoría se transformó a Internacional. Recordadas son Roma, de Alfonso Cuarón, en 2018, y La Vida es Bella, de Roberto Bellini, en el 99.
En total y de seis nominaciones, Parásitos ganó cuatro Óscar. Además de los tres anteriores (película del año, película internacional, director) se alzó con el mejor guion original.
La cinta trata la historia de una familia pobre que vive mal en Seúl, sin trabajo, y apenas sobreviviendo. El tema cambia cuando uno de los hijos va a dictar clases de inglés en una casa de millonarios, y poco a poco vincula a sus seres queridos en trabajos domésticos en esta residencia. El desarrollo y el desenlace son totalmente inesperados, como mandan los cánones del buen cine.
Bong ha sido reconocido por cintas de suspenso y de cine negro, como Okja y Snowpiercer o el Rompenieves.
Su música fue compuesta por Jeong Jae IL.