Por: Buque de Papel, Buenos Aires
Evolucionó porque concentró durante décadas la vida nocturna de la ciudad, o involucionó, para otros, porque se volvió Avenida Corrientes, permitiendo más autobuses, ruido, inseguridad y contaminación.
Este es el cruce es donde inicia (o termina) la vida cultural de
“la calle que nunca duerme”, dependiendo de cómo se recorra, es decir desde el río o desde acá. Un sitio donde hay cafés, las resistentes librerías nuevas y de viejo, los teatros, y uno que otro lugar donde aún subsisten discos, casetes y DVD. Un lugar para decir chao, porque, resumiendo,
“me ha citado la luna en Corrientes, esquina Callao…”.