Por: Buque de Papel, Bogotá
Conmemoramos que julio ha sido designado como el mes mundial del rock para echar una mirada a esos momentos en que exponentes del género han terminado agarrados y hasta puñetazos han ido y venido como cualquier familia o agrupación humana.
El diario El País hizo el recuento de estos momentos amargos, que hasta se saldaron muy mal, con muerto incluido, con los metaleros oscuros noruegos de Mayhem.
Aquí las peleas más famosas, de las que no escaparon Los Rolling Stone, The Who, U2, Eagles, ni Queen:
-Metallica: “No vuelvas a hacer eso en tu vida”
Lars Ulrich (batería extrovertido y ajeno al cansancio de su propia voz) y James Hetfield (vocalista y guitarrista tímido a la par que rabioso) fundaron Metallica allá por 1981. Casi cuarenta años después siguen juntos y, de hecho, con más éxito popular que nunca.
La pelea. Las personalidades antagónicas de ambos han chocado muchas veces a lo largo de estas cuatro décadas, pero fue en uno de sus primeros conciertos, el 2 de agosto de 1982 en el mítico Trouvadour de West Hollywood, cuando la colisión llegó a ser física.
El público allí congregado les pidió por primera vez un bis y eso les pilló desprevenidos. Hubo votación en el camerino para decidir qué tocar, pero aunque la mayoría decidió apostar por Blitzkrieg –versión del grupo del mismo nombre-, el aspirante a “pequeño gran dictador” (como algunos le llaman) Ulrich decidió sobre la marcha tocar Helpless, de Diamond Head, propiciando un desbarajuste considerable.
“Al terminar la canción, Hetfield se volvió hacia la parte de atrás del escenario, le arrojó la guitarra a Ulrich y le propinó al batería un derechazo en el estómago. ´No vuelvas a hacer eso en la vida´, le amenazó el cantante ante el estupor generalizado por semejante colofón para una actuación ya de por sí contundente. Y Ulrich no volvió a hacer algo así… al menos no aposta”, rememora la biografía del grupo Nacer, crecer, Metallica, morir (2018), escrita por Paul Branningan e Ian Winwood.
-The Rolling Stone: cuando el batería le atiza al cantante
Mick Jagger y Keith Richards han protagonizado no pocas polémicas a lo largo del último medio siglo debido a la colisión frontal de sus egos. Pero tuvo que ser el siempre elegante y mesurado batería Charlie Watts quien le dejara las cosas bien claritas el vocalista.
La pelea. Viajamos hasta 1984, con el grupo reunido en Ámsterdam para planear su futuro. Llegada la noche, a pesar de no atravesar su mejor momento, Mick y Keith decidieron salir de fiesta. Al regresar al hotel, el cantante llamó en plena noche a la habitación de Watts para que se sumara a la juerga. Lo malo es que lo hizo balbuceando una pregunta desafortunada: “¿Dónde está mi batería?”
Molesto por haber sido despertado a altas horas, Charlie Watts se acicaló, se puso uno de sus trajes y se dirigió hacia la habitación en la que estaban sus colegas. “¡Hasta olía a colonia! Abrí la puerta y ni me miró. Entró, se fue derecho a Mick y le dijo: ´¡Nunca más vuelvas a llamarme mi batería!´. Después lo agarró de las solapas de la chaqueta y le atizó un gancho de derecha. Mick cayó de espaldas encima de una bandeja plateada de salmón ahumado que había en la mesa y empezó a deslizarse hacia la ventana abierta y el canal que había debajo. Lo agarré en el último instante”, rememora Richards en sus memorias de 2010, Vida. Y añade: “Tardé 24 horas en calmar a Charlie, que seguía diciendo ´lo voy a moler a palos´".
-U2: todos contra Bono
Los contendientes. Los cuatro integrantes de U2 en una actuación que se les fue las manos en diciembre de 1980 en Estados Unidos. Bono, The Edge, Larry Mullen y Adam Clayton siguen juntos en la actualidad 43 años después de su primer encuentro y 39 después de esta extraña pelotera.
La pelea. Presentaba U2 su disco de debut, Boy (1980), en su primera gira por Estados Unidos y eso tenía a los veinteañeros en un estado de excitación perpetuo. Tan incontrolable que la noche del 14 de diciembre en un pequeño club de New Haven (Connecticut, EEUU) terminaron arrojando la batería contra el público y golpeándose en escena.
“Fue un concierto tenso que no estaba yendo demasiado bien. Bono quería empezar una canción, pero yo tenía un problema con mi batería que se movía y el bombo estaba prácticamente fuera de mi alcance. No tenía ni las baquetas en la mano”, rememora Mullen en la autobiografía coral U2 by U2 (2005). El cantante cuenta su versión: “Había dado la entrada para la canción, pero Larry no entraba. Miré para atrás y me pareció que se escondía detrás de la batería. Le agarré para mostrar al público que el batería se escondía detrás de su instrumento y la lancé al público. Se armó un berenjenal en el escenario y The Edge intentó noquearme”.
Aún prosigue Mullen recordando cómo Bono le “persiguió alrededor de la batería” para golpearle con el soporte del micro. Asustado, el barería salió corriendo hacia el camerino en busca de refugio, momento en el cual The Edge se llevó una “bofetada” por intentar protegerle. Pero el guitarrista replicó tajante: “Agarré a Bono de la camisa para evitar que pegara a Larry, pero me zurró a mí, así que acabé a puñetazos con Bono”. La trifulca acabo en todos contra uno. Bono “The Edge me asestó un buen golpe. De hecho, todos los de la banda me pegaron y yo a ellos”.
-The Who: guitarras voladoras y directos a la mandíbula
Los contendientes. El vocalista Roger Daltrey y el guitarrista Pete Townshend, motor y corazón de The Who, en uno de sus momentos de mayor gloria, pero también tensión mientras preparaban Quadrophenia (1973).
La pelea. El éxito de Tommy (1969) y Who´s next (1971) cargó con una gran presión a Townshend, principal compositor del grupo, de cara a su siguiente álbum. Entró en una espiral obsesiva por entregar una gran obra que terminó explotando mientras grababan una película promocional que alargaba aún más los plazos.
Daltrey terminó quejándose de las demoras y relata la reacción de Townshend en su reciente memorias, Thanks a Lot Mr Kibblewhite: “Se me encargó empujándome y diciendo: ´¡Harás lo que se te diga!´. Esa no es forma de hablarme y los ayudantes sabían de lo que era capaz, así que nos separaron. Pero lo siguiente que vi fue una guitarra pasando al lado de mi oreja y golpeándome en el hombro. Después de esquivar otro gancho, respondí con un directo a la mandíbula. Pete retrocedió y cayó. Pensé que lo había matado, pero terminé acompañándole al hospital en la ambulancia”.
Por su parte, Pete cuenta su propia versión en su autobiografía, Who I Am (2012): “Traté de darle con el clavijero de la guitarra mientras el equipo de filmación nos iba grabando para la posteridad. Roger me derribó. Había celebrado con brandy la finalización de las grabaciones en vivo, pero mi comportamiento se debía más al agotamiento y a la impotencia que a la bebida”.
-Poison: descontrol en los premios MTV
Los contendientes: El vocalista Brett Michaels y el guitarrista C.C. Deville se trenzaron en pleno MTV, antes que el grunge dominara la escena roquera. La pelea. Poison exprimió a fondo los locos ochenta. Especialmente el bajista, Bobby Dall, y el guitarrista, C.C. Deville, a quienes el cambio de década pilló entrando y saliendo de clínicas de rehabilitación. Aún así, la banda aún fue capaz de publicar en 1990 un tercer álbum con buena acogida gracias a canciones como Unskinny bop, precisamente el tema de la discordia que lo dinamitaría todo.
Una pieza pegadiza que el grupo acordó interpretar en los MTV Video Music Awards de 1991… hasta que un C.C. Deville pasado de rosca decidió sobre la marcha que era mejor tocar Talk dirty to me. El grupo cumplió en medio del desbarajuste, aunque un C.C. desaforado –y desafinado- llegó a desenchufar torpemente el cable de su guitarra. En el camerino volaron los puñetazos y el guitarrista fue despedido allí mismo en medio de una tremenda pelea.
“Toqué fondo y tuve que parar. Estaba realmente perdido en esa época”, dijo a Rolling Stone Colombia hace un par de temporadas el guitarrista, actualmente de nuevo en Poison con sus viejos compañeros después de su retorno a la alineación en 1996. Y asegura que lleva sin beber desde 2006.
-El muerto
Mayhem, de Noruega. Por un lado está el bajista Varg Vikernes –nacido Kristian Vikernes en 1973 y cuyo nombre actual es Louis Cachet- y por otro el guitarrista Øystein Aarseth Euronymous (1968).
La pelea. Calificar de turbulento lo ocurrido en el seno de esta banda pionera del black metal noruego es quedarse muy corto. La primera tragedia fue el suicidio en 1991 de su vocalista Dead, quien se provocó profundos cortes antes de pegarse un tiro en la cabeza con una escopeta. Cuando encontró el cadáver, su compañero Euronymous le hizo una foto que usó como portada de un directo del grupo.
Vikernes, responsable del incendio de varias iglesias noruegas junto a varios compinches, entró en el grupo en 1992 y en agosto de 1993 asesinó a Euronymous tras una violenta disputa asestándole 23 puñaladas. En su defensa, argumentó que el guitarrista planeaba matarle a él. Fue condenado a 21 años de cárcel tanto por asesinato como por piromanía. Como curiosidad, cuando en 1994 vio la luz el disco debut de la banda con una imagen de la catedral de Nídaros, la policía se puso más que alerta. Tras 16 años encarcelado, Vikernes salió de prisión bajo libertad condicional en 2009 y desde entonces ha lanzado varios discos.
Lea el resto de los bonches aquí *material de
El País.