Por: Buque de Papel, Bogotá
Luego de la lluvia que cayó con fuerza en el último día del certamen y de casi dos horas de atraso, llegó el turno para Juanes: 110 mil personas, que era el aforo calculado tan solo para el escenario Plaza del parque metropolitano Simón Bolívar corearon una a una sus canciones. El artista transmitió lo mejor de su arte y su bacanería, como al reconocer que estaba nervioso, olvidaba las canciones o desconectaba su guitarra eléctrica.
Y no defraudó, entregándose al público que por supuesto es diferente al de los días sábado –de metal- o del domingo, que durante los últimos años también da el espacio a los trasheros y pesados de la escena.
El show ganó en emotividad cuando a tarima invitó al mítico Zeta Bossio con quien interpretó Cuando pase el temblor, de Soda Stéreo, el grupo que catapultó a la fama al argentino. Y luego llamó al escenario a Fonseca y a Andrés Cepeda, otro punto alto en el show. Pero ni hablar al hacer el cover de Metallica. Seeck and destroy, donde el piso del parque volvió a temblar, como el 2 de mayo de 1999, cuando los de San Francisco pisaron por primera vez tierras colombianas.
Después fue el turno para Fito Páez, el gran argentino que repasó por más de una hora su mejor repertorio y canciones más queridas para el público colombiano. “¿Y estos, son VIP?, ¡la gente VIP, ja!” uno de sus clásicos comentarios o vainazos especialmente contra los invitados que invadieron la zona de prensa –inexistente este año- y no coreaban ni una sola de sus canciones. “Che, esto parece una heladera”, afirmó ya molesto.
El rosarino llamó a tarima a Juanes y la emotividad volvió a explotar al interpretar Ciudad de Rotos Corazones.
El cierre estuvo a cargo de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, en un show con arreglos e interpretaciones de 9 canciones emblemáticas del festival a lo largo de los 25 años, en la voz de sus cantantes originales, exceptuando Elkin Ramírez (fallecido) y líder de Kraken. El director, Andrés Felipe Jaime les dijo a los asistentes que ya se iban luego de la q de mañana del martes, si querían una más. “Pero si no la piden, nos vamos”. El cierre fue la apoteósica interpretación de Florecita Roquera, por parte de la misma Andrea Echeverry, de Aterciopelados. Luces de celulares en el cierre de Juanes, el de Fito y por supuesto en el de la Filarmónica, para iluminar la versión 26, en 2020.
*Imagen Festival Rock al Parque