Por: Buque de Papel. Info y fotos: Buque y bandas
“Siempre hemos sido revagos, parce. Nos emborrachamos y teníamos el material guardado. Así que un día decidimos enviarlo”, afirman. Pero también resaltan que en adelante fue trabajo duro y parejo en los ensayos para los toques de clasificación.
En ese trabajo esforzado con la música coincidieron las bandas NOFE, de Cali; Ursus con más de 20 años de carrera; el punk de K-rroña, quienes abrieron el festival este año, y los ecuatorianos de Total Death. Todos, además, reconocieron que la pandemia cambió sus vidas para siempre.
“Desde 2011 no participábamos en las convocatorias del Distrito, pero con la pandemia nos dimos cuenta, que, la vida se puede acabar cuando menos se piense. Así que retomamos nuestra experiencia y enviamos el material ‘a la de Dios’; y aquí estuvimos de nuevo”, declaró Diana Cañón, la baterista. La acompañaron Camilo Toquica, en la guitarra; Mario Cruz, en el bajo y la voz de Félix Zamora.
Entre tanto Deninzon Herrera (voz) y Julián Montoya (BAJO) de N.O.F.E., Nuestro Odio Fue Infundado, contestaron al Buque que la pandemia los hizo consolidar ese trabajo que realizan desde 2006 cuando decidieron juntarse, y cada integrante de la banda hace su aporte profesional a esta pasión del rock.
“Es tener objetivos claros y saber que la música debe verse como una empresa, profesionalmente. Hemos aprendido de mercadeo, de redes sociales, de medios, entre otras habilidades que es necesario manejar cuando se lleva adelante a una banda”, declaró Deninzon.
Aunque tienen los trabajos que ayudan al ingreso. Por ejemplo, Deninzon y Julián son profesores, mientras que Gustavo Holguín (batería), Daniel García (guitarra) y Ricardo Márquez (DJ) son tatuadores.
Del mismo modo, los ecuatorianos de Total Death, Íder Farfán (voz y guitarra) y Danny Molina (batería) recalcaron que esa mirada de profesionales los ha llevado en un camino con más de 30 años de historia.
Total Death es el representante ecuatoriano del llamado doom metal, y le dijeron al Buque que la pandemia fue un verdadero infierno, en especial en Ecuador, al recordar las imágenes del comienzo de la emergencia cuando la gente moría en las calles.
“Cuando lanzamos nuestro disco ‘Mar de Aguas Amargas’, fue momentos antes de la declaratoria mundial de pandemia y del inicio del aislamiento. Allí alcanzamos a retratar ese dolor y esa angustia de la gente ante este virus que trajo muerte. Pero nos alegra volver y ver tanta gente reunida gozando de la música y que puedan botar todo ese odio, ese dolor a través del rock”, afirmaron
Íder
y Danny.